Esa ‘nube’ que pasa

Cloud Computing o ‘nube’. Un término tan indefinido que echa para atrás, directamente, nada más oírlo, a cualquier PYME o emprendedor que se cruce en su camino. Y, sin ir más lejos, ya son numerosas las empresas (de todos los tamaños, no sólo grandes multinacionales) las que han comenzado a aprovecharse de una tecnología ideal dentro de la actual y difícil coyuntura económica: poca inversión, gastos mínimos y enormes posibilidades de desarrollo. O, más bien, infinitas. Tantas como sea capaz de imaginar ese emprendedor o PYME. ¿Así de sencillo? Vayamos por partes.

Porque el Cloud Computing (vamos a dejarlo en ‘la nube’ a partir de ahora) no es más que el resultado de la imparable evolución tecnológica. ¿Quién podía imaginar hace unos años que el correo electrónico, el iPhone o la Blackberry, por poner algunos ejemplos ya habituales en cualquier empresa, serían herramientas imprescindibles en su día a día? En la misma situación se encuentra ‘la nube’: una revolución que, en poco tiempo, cambiará la manera de trabajar de las empresas y su forma de interrelacionarse en cualquier negocio. Primero por su dimensión: ‘la nube’ puede ser universal; los límites los pone uno mismo. Segundo, por su coste: la inversión necesaria para poner en marcha un negocio en la nube es mínima. Sólo es necesario disponer de un equipo informático estándar (un portátil o un sobremesa), una conexión a Internet y una serie de programas informáticos (su coste dependerá de las posibilidades y necesidades del emprendedor o de la PYME que apueste por esta tecnología). Después…Las posibilidades son infinitas.

Gracias a ‘la nube’ se puede consultar cualquier información o documento desde cualquier parte del mundo, allá donde esté en todo momento el usuario y siempre y cuando lo desee.

Quizá, al leer estas líneas, surja una duda más que razonable cuando Internet anda de por medio: la seguridad. ¿Es segura ‘la nube’? Partiendo de la base de que nada ni nadie está seguro en la Red (los ataques a Instituciones, bancos o páginas gubernamentales, por poner un ejemplo, están a la orden del día), cualquier negocio que se sustente en ‘la nube’ es relativamente seguro. Casi la totalidad de fabricantes de soluciones de seguridad (Panda, McAfee, Kaspersky Labs…) disponen de herramientas que se adaptan a cualquier necesidad y bolsillo.

Evidentemente, y como todo en la vida, se trata de probar. De lo que no cabe duda es que ‘la nube’ no es futuro, sino presente; es un tren que está empezando a dejar la estación y al que, tarde o temprano, conviene subirse. Y mucho mejor si se hace pronto.