Muchos días sin escribir en el blog por cuestiones profesionales. Mil disculpas a nuestros lectores. Entre muchas de las actividades que organizamos desde la Agencia Local de Empleo y Formación de Getafe, impartimos módulos de autoempleo a Escuelas Taller, Casas de Oficio y Talleres de Empleo. Estos menesteres nos han ocupado el último mes y de ahí, la demora en la publicación de un nuevo post. Y ahora al grano. Queremos compartir una serie de reflexiones que nos han ido surgiendo al hilo de las conversaciones que mantenemos con usuarios, del trato diario con ellos, de las clases que impartimos sobre formación y empleo. Ahí va la primera, ¿se ha perdido la confianza en nuestro país?
Estamos inundados de malas noticias. Ciertamente, el panorama no es nada alentador. Con la tasa de paro más alta de toda Europa no es para echar campanas al vuelo. Pero, ¿es realmente necesario hundir el ánimo de nuestros jóvenes y no tan jóvenes? Por qué no comenzamos también a transmitir que aunque la inserción laboral es tremendamente difícil no hay que dar la batalla por perdida. Y menos de antemano.
¿Motivos para el pesimismo? Claro, lo sabemos muy bien los que vemos motivos para el optimismo. Es fácil encontrarlos. Los vemos diariamente. En cualquier tema. Es un momento en el que todo el mundo vende pesimismo, rescates, primas de riesgo disparadas. Vale, seamos claros, no vamos a vender motos de que esto sea fácil. Es muy complicado, pero no imposible. A los que tienen cuentas en Twitter, mirad por favor, el hastag #podemos. Hay de todo, desde críticas políticas a quejas universales pero sobre todo la confianza de que podemos salir de la profunda crisis en la que estamos sumergidos. Preferimos buscar motivos para el optimismo. Esos son siempre motivos escondidos, a veces difíciles de ver.
Y citamos al profesor Sandalio Gómez, quien resumió perfectamente el hilo de nuestro pensamiento: "Hay que generar una actitud proactiva y solidaria en todos los niveles. Hay que convencerse, que poner en marcha el motor del cambio depende de cada ciudadano, de su capacidad de descubrir, de acuerdo a sus circunstancias, cómo puede arrimar el hombro y ser solidario con los que más lo necesitan. Hay que plantear nuevas iniciativas y una actitud creadora, con la confianza en que no hay nada escrito y que el futuro está en nuestras manos. El Gobierno, creando el marco económico-social indispensable para el crecimiento y dando ejemplo de austeridad y control del gasto; los ciudadanos, aportando su capacidad de superación, su iniciativa y, sobre todo, su generosidad. Entonces estaremos en el camino para generar empleo y salir, de una vez por todas, del tremendo trauma en que estamos sumidos".
Nada más que añadir. O sí, rectificamos. Ejemplos de otro espíritu. Ahí van unos cuantos:
¿Motivos para el pesimismo? Claro, lo sabemos muy bien los que vemos motivos para el optimismo. Es fácil encontrarlos. Los vemos diariamente. En cualquier tema. Es un momento en el que todo el mundo vende pesimismo, rescates, primas de riesgo disparadas. Vale, seamos claros, no vamos a vender motos de que esto sea fácil. Es muy complicado, pero no imposible. A los que tienen cuentas en Twitter, mirad por favor, el hastag #podemos. Hay de todo, desde críticas políticas a quejas universales pero sobre todo la confianza de que podemos salir de la profunda crisis en la que estamos sumergidos. Preferimos buscar motivos para el optimismo. Esos son siempre motivos escondidos, a veces difíciles de ver.
Y citamos al profesor Sandalio Gómez, quien resumió perfectamente el hilo de nuestro pensamiento: "Hay que generar una actitud proactiva y solidaria en todos los niveles. Hay que convencerse, que poner en marcha el motor del cambio depende de cada ciudadano, de su capacidad de descubrir, de acuerdo a sus circunstancias, cómo puede arrimar el hombro y ser solidario con los que más lo necesitan. Hay que plantear nuevas iniciativas y una actitud creadora, con la confianza en que no hay nada escrito y que el futuro está en nuestras manos. El Gobierno, creando el marco económico-social indispensable para el crecimiento y dando ejemplo de austeridad y control del gasto; los ciudadanos, aportando su capacidad de superación, su iniciativa y, sobre todo, su generosidad. Entonces estaremos en el camino para generar empleo y salir, de una vez por todas, del tremendo trauma en que estamos sumidos".
Nada más que añadir. O sí, rectificamos. Ejemplos de otro espíritu. Ahí van unos cuantos:
Porque toda crisis genera una oportunidad y lo que hay que hacer es buscarla y no quedarnos parados o lamentarnos.Reflexión en un grupo de debate de LinkedIn sobre el poder del cambio.
Dejemos el pesimismo para tiempos mejores, que además de ser una novela del genial Diego Medrano es una frase con gran trasfondo filosófico
Crisis: 10 razones para el optimismo Mantener el optimismo en tiempos de crisis ayuda a obtener
contrapartidas positivas
¿Sabéis alguno más? Estaríamos encantados de conocerlos.
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